martes, 9 de agosto de 2011

La imprescindible y sorprendente 'Adventureland'

Es extraño que esta película pasara casi desapercibida en España. Llegó a estrenarse aquí, en 2009; su director y guionista, Greg Mottola, es bastante conocido (suya es la genial Supersalidos y la reciente Paul); los actores principales son archifamososos (Jesse Eisenberg -La red social-, Ryan Reynolds -Enterrado- y Kristen Stewart -Crepúsculo-) y el guión es inteligente y con toques originales, esos que se echan tanto en falta en las películas tan típicas y repetitivas para y sobre adolescentes.

Sin embargo, fue una película que en general el público español no conoce; y después de verla sólo puedo pensar en que es una verdadera lástima y quiero que todo el mundo la vea, porque es de esas películas bonitas, que te dejan buen sabor de boca y se quedan en el recuerdo. Y a los amantes de la buena música les conquistará totalmente.




Es 1987; James se gradúa en el instituto y como tantos otros jóvenes americanos planea un verano entero en Europa con su mejor amigo antes de empezar la universidad. Sin embargo los problemas financieros familiares le obligan a buscar trabajo en su ciudad para poder pagarse sus estudios. Y sólo encuentra empleo en Adventureland, un parque de atracciones más bien cutre.

Así, su situación es la de un joven más bien inmaduro con un futuro incierto, un trabajo temporal poco estimulante y unos padres (una madre) que en vez que ayudar le complican las cosas. Adventureland, sin embargo, terminará marcándole. Allí vivirá situaciones difíciles, pero también cómicas, y conocerá a personas que merecen la pena.

Esta tragicomedia es más que una película de adolescentes que sólo quieren ligar (que también hay parte de eso). Es el paso a la madurez mediante los golpes (físicos y metafóricos) más que por el mero aprendizaje. Es descubrir que el mundo de los adultos está tan degradado, si no más, que el de los jóvenes. Es vencer el miedo a los obstáculos y simplemente arriesgarse y pasar sobre ellos, aunque otros te digan que no puedes hacerlo. Es la vida misma.

Por su parte, el reparto hace un gran trabajo. Los dos protagonistas masculinos lo hacen muy bien, pero yo destacaría a Kristen Stewart. Varios de los secundarios también dan mucho juego. Y un aplauso para el guión: entretenido, inteligente como pocos, sabe sacarle todo el partido a los personajes y a las situaciones. Nada falta ni sobra en él, porque lo que no dicen o muestran los personajes se infiere a la perfección. La película tiene un cierto aire al entrañable cine adolescente de los 80 (bendito John Hughes), pero con la inocencia justa (justita: sólo la tiene el protagonista) y con mucho más contenido en la historia que cuenta.

Eso sí, la mayor ovación se la merece la enorme banda sonora, en parte reflejada en las camisetas que viste Stewart en la película: The Replacements (Unsatisfied), Hüsker Dü (Don’t Want To Know If You Are Lonely), Big Star (I'm In Love With A Girl), Crowded House (Don’t Dream It’s Over), Yo La Tengo (Farewell Adventureland), David Bowie (Modern Love), Lou Reed (Satellite Of Love, a través de la cual el personaje interpretado por Reynolds se revela como un auténtico farsante)... y los momentazos del Just Like Heaven de The Cure, de Breaking The Law de Judas Priest cuando James está siendo perseguido y, sobre todo, de la maravillosa Pale Blue Eyes de la Velvet Underground.

NOTA: 10/10

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