viernes, 27 de diciembre de 2013

10 canciones para dedicar a un ex

En algún momento de nuestras vidas todos hemos vivido horas bajas porque alguien nos deja. La primera fase es la del puro sufrimiento, sobre la que se han escrito miles de canciones, algunas obras maestras pero otras (la gran mayoría) moñas hasta la náusea. La tristeza siempre ha producido creatividad.

En la siguiente etapa se produce una evolución, que es la de odio al susodicho, sin duda mucho más interesante y también creativa, o al menos visceral. Así que aquí va una lista de canciones propicias para sobrellevar el mal trago y hasta para desear el mal al culpable de nuestra infelicidad. Punk, rock, pop, indie español... Hay para todos los gustos.

1. The Buzzcocks - Wish I Never Loved You
Uno de los mejores grupos de punk que ha habido fabricó este temazo, cuyo título y letra lo deja todo bien claro. Uno comienza una relación maravillosa con una persona que se va convirtiendo en una pesadilla hasta que todo se acaba. Y aunque uno sufre y desearía no haber empezado siquiera esa relación, en el fondo no puede olvidar del todo a la otra persona y no entiende qué ha fallado. El pan de cada día.

"Está claro que ahora no vamos a ninguna parte / Lo que una vez fue un sueño se ha convertido en una pesadilla / Ojalá nunca te hubiera amado, pero ahora no puedo dejarlo / Ahora sé cómo sienta haber amado y haber perdido".




2. Los Planetas - Pesadilla en el Parque de Atracciones
El grupo insigne del indie español tiene muchas canciones dedicadas al desamor, pero desde una perspectiva particular. Muchas de sus letras son bonitas y muy sentidas pero sin llegar nunca a ser cursis, lo cuál se agradece. Otras, como esta, son de pura rabia por haber perdido el tiempo con alguien que no se lo merecía, aun viendo que la cosa no iba a acabar bien.

Es difícil ser más expresivo que en esta letra, que contiene frases como: "espero que acabes pegándote un tiro / cuando veas lo imbécil que has sido / cuando veas que lo has hecho fatal / y que quiero que sepas / que ha sido un infierno estando contigo".



3. Alanis Morissette - You Oughta Know
Alanis es bastante especialista en canciones sobre relaciones. En esta, su primer hit internacional, habla de cómo su novio, que le había prometido casi hasta la luna, finalmente se fue con otra. Ella tenía 19 años por entonces y expresó su cabreo en esta letra. La canción es todo un temazo.

"¿Ya te has olvidado de mí, señor Hipócrita? [...] / Fue una bofetada en la cara lo rápido que me reemplazaste [...] / Y cada vez que clave mis uñas / en la espalda de otro espero que lo sientas".




4. Lily Allen - Smile
Al igual que Alanis Morissette en el tema anterior, Lily Allen también se queja de haber sido reemplazada, o más bien engañada por su novio. Sin embargo, después de superarlo "con algo de ayuda de mis amigos" pasa a la fase rencorosa y vengativa y sonríe pensando en cómo su ex novio termina arrastrándose para intentar que ella vuelva con él. Un clásico.

"Cada vez que me veías / me decías que querías volver conmigo [...] / yo no podía parar de reírme / no podía evitarlo / tú destrozaste mi salud mental / estuve bastante mal".




5. Joss Stone - You Had Me
El primer single exitoso (versiones aparte) de Joss Stone, cuya letra escribió ella misma en colaboración con varios autores, relata cómo una persona joven e ingenua tarda en ver que su pareja no es precisamente buena para ella, pero cuando al fin abre los ojos decide ir por libre y retomar su vida. El valor principal de la canción, sin embargo, es la extraordinaria voz de su cantante.

"Tú comerciaste con mi ingenuidad / pero las cosas que haces y dices me avergüenzan / una vez yo fui tu tonta / pero ahora al que dejo atrás es a ti".





6. Oasis - I Hope, I Think, I Know
No podía faltar Oasis en una lista así. Era 1997 cuando el grupo publicó su tercer álbum, Be Here Now, que contenía este tema. Por entonces los Gallagher aún destilaban rabia en algunas de sus composiciones. La letra de I Hope, I Think, I Know bien podría resumirse en un "go fuck yourself", que diría un británico, ya sea dirigiéndose a un ex o a una mala persona en general. A ello ayudan frases como: "me dices que soy libre y luego me atas / y desde mis cadenas pienso que es una pena", "vas a echarme de menos cuando yo no esté / y sabes que no me importa" y el fantástico colofón final: "porque nena, después de todo / nunca olvidarás mi nombre". En cuanto a la música, los riffs pueden ser demasiado poppies para lo que Oasis acostumbraban a hacer, pero aun así son pura energía y vitalidad.



7. Siniestro Total - Bailaré sobre tu Tumba
El título lo dice todo. Los Siniestro, siempre tan expresivos, enumeran unas cuantas originales maneras en las que matarían a alguien. Sencillo pero contundente.

"Y morirás mientras se ríe el disc-jockey".




8. Luis Demetrio - Bravo (versión Nacho Vegas & Bunbury)
"Bravo, permíteme aplaudir / por tu forma de herir mis sentimientos.
Bravo, te vuelvo a repetir / por tus falsos e infames juramentos,
todo aquello que te di / en nuestra intimidad, tan bello.
Quién me iba a decir / que lo habías de volcar en sufrimiento.

Te odio tanto que yo mismo me espanto / de mi forma de odiar.
Deseo que después de que mueras / no haya para ti un lugar.
El infierno resulta un cielo / comparado con tu alma.
Y que Dios me perdone / por desear que ni muerto tengas calma.



Merecía la pena ver la letra entera. Si bien el tema original de Luis Demetrio es elocuente a más no poder, la particular voz de Nacho Vegas (con Bunbury haciendo los coros) le da una dimensión aún más desgarradora.





9. Robbie Williams - Karma Killer
Robbie Williams es conocido por tener canciones amorosas, alegres y juveniles, pero como no es para nada un chico bueno también tiene unas cuantas de odio y desamor, sobre todo en su segundo disco, I've Been Expecting You, en el que se encontraba Karma Killer. Esta, por su letra, es probablemente la más fuerte de toda sus discografía. Es evidente que habla de alguien a quien se odia profundamente: "¿Cómo puedes dormir? / Nunca has amado / ¿Por qué nunca fui lo suficientemente bueno? / Pensaste que me habías hundido para siempre [...] / incluso al diablo le caes bien / espero que te ahogues en tu Bacardi Cola".




10. Green Day - Platypus (I Hate You)
Más punk del bueno. Otra letra para dedicar a un indeseable: "es hora de marcharse / porque no te mereces una mierda [...] / nadie te quiere y lo sabes / no finjas que disfrutas con ello o que no te importa / porque ahora no te mentiría / ni te diría las cosas que quieres oír / ¡te odio, te odio, te odio!", con una mítica ristra de insultos, algunos difíciles de traducir: "Dickhead, fuckface, cock smoking, mother fucking / Asshole, dirty twat, waste of semen, I hope you die, hey!".


lunes, 23 de diciembre de 2013

Cruda pero efectiva: '12 años de esclavitud'

Nunca le he dado demasiado importancia a los Oscar, pero aun así siguen siendo los premios más importantes del cine estadounidense y por ello ganar uno es cuanto menos un logro. En su próxima edición 12 años de esclavitud lo tiene todo para arrasar en prácticamente todas las categorías. 

Steve McQueen ha llevado a la pantalla la historia real de Solomon Northup, un violinista negro que vivía cómodamente como un hombre libre, fue secuestrado y vendido como esclavo en el Sur de Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Pasó 12 años dramáticos en diversas plantaciones, padeciendo en sus carnes todo tipo de tormentos u observándolos sobre sus compañeros, hasta que finalmente un carpintero blanco anti-esclavista (canadiense para más señas) con el que trabajaba accedió a ponerse en contacto con sus amigos y familia para que fueran a liberarle. Tras volver a su hogar se dedicó a ayudar a muchos esclavos a escapar de sus amos y también dejó constancia de sus vivencias en un libro, sobre el cual se ha basado el guión.


La historia, como todos los grandes dramas, es simplemente buenísima. No es la primera vez que se habla de la esclavitud de los negros en el cine, pero la diferencia es que esta vez se hace durante 135 minutos y de forma descarnada, sin dejar nada a la imaginación, aunque asuste o repugne lo que se ve en la pantalla. A Steve McQueen parece gustarle la crudeza en sus películas. Ya se vio en su anterior trabajo, Shame, en el que no dudó en expresar sin tapujos cómo vive un adicto al sexo, entre lo cual se encontraba mostrar un desnudo integral masculino, algo poco habitual en el cine.

Pero no se puede comparar Shame con este filme. Mientras que la primera era a veces demasiado lenta, con planos fijos eternos que realmente no aportaban gran cosa (si acaso exasperación), 12 años de esclavitud tiene un ritmo fluido, y aun siendo una película larga no aburre en ningún momento, manteniendo siempre la angustia y la piedad que el espectador siente sobre el protagonista. Se relatan perfectamente las etapas por las que va pasando el desdichado Solomon, todas ellas relevantes: vida feliz, engaño, secuestro, esclavitud y liberación.

Todo resulta redondo: el vestuario, la luz, los escenarios y, por supuesto, la extraordinaria actuación del protagonista, Chiwetel Ejiofor, por quien apostaría ciegamente por el Oscar si no hubiese visto claro que se lo va a llevar (se lo tiene que llevar) Tom Hanks por su papelón en la también magnífica Captain Phillips


Volviendo a 12 años de esclavitud, el resto del reparto es bastante impresionante, desde cualquiera de los esclavos hasta sus amos. Se muestran muchas caras conocidas, incluyendo las breves apariciones de Brad Pitt y de un casi irreconocible Paul Giamatti, pero entre ellas destacan sin duda Paul Dano y Michael Fassbender. Dano ha interpretado a bastantes tipos raros, excéntricos o hasta locos (Little Miss Sunshine, Ruby Sparks, Prisoners...), incluyendo su papel aquí como el cruel capataz de un esclavista, pero es que tiene una cara propicia para este tipo de roles, le guste o no; y sobre todo es muy buen actor. 

Lo de Fassbender con McQueen parece ser adoración mutua, porque ya han trabajado juntos en los tres largometrajes realizados por el director (los otros dos son Hunger y la citada Shame), y por lo que se ha visto ambos forman un buen equipo. Cualquiera que siga la carrera de Fassbender sabe que es uno de los mejores actores de la última década, además de muy versátil, y también se merece una buena pila de premios por caracterizar a un rabioso terrateniente esclavista. Por su parte, McQueen es un director interesante, que sabe escoger temas llamativos y controvertidos y ha ido evolucionando en su capacidad para desarrollarlos.

Los motivos para ver 12 años de esclavitud son por tanto innumerables. Aunque el espectador tenga que taparse los ojos en ciertas escenas especialmente duras, merece la pena ser testigo de esta pulida reproducción de un período tan espantoso de la historia norteamericana.


NOTA: 8,5/10


martes, 10 de diciembre de 2013

Personajes detestables en series

(AVISO: contiene spoilers sobre unas cuantas series).

Son innumerables: en la mayoría de las series suele haber al menos uno o dos. Es imposible  reunir a todos los que deberían formar parte de este grupo de personajes cansinos e incluso odiosos, pero aquí van unos cuantos:


- Casi cualquier personaje  de One Tree Hill: qué pesadito era ese grupo de adolescentes que aparentaban 20 años en vez de 16. No faltaba ni un cliché: la chica pobre pero lista y mona y con voz prodigiosa que busca triunfar en la música que sale con la estrella del equipo de baloncesto del instituto, que es mal estudiante y tiene un padre rico y autoritario. Ambos son amigos de un rubio guaperas que va de rebelde y que conquista durante un tiempo la tía buena oficial del instituto, que es lela a más no poder; pero en otra etapa sale con una rubia emo-punk-depresiva que noooo para de hablar de Fall Out Boy como si fueran los Beatles y que vive sola en una casa bastante maja que no se sabe quién paga, porque ella es huérfana o adoptada-abandonada o algo parecido. Y, finalmente, tenemos al chico feo pero simpatiquísimo, que no pega ni con cola con ese grupo de barbies y kens pero que se lleva bien con todos.

En fin, con este elenco de personajes no se podía esperar que la serie valiera gran cosa. Y lo mismo cabría decir de Anatomía de Grey y otras cuantas series...




- Skyler White y su hermana (Breaking Bad): el caso de Breaking Bad es parecido al anterior en el sentido de que prácticamente todos sus personajes caen mal, por ser aborrecibles en uno u otro sentido. Pero se llevan la palma las hermanas Skyler White y Marie Schrader. Son inagotables los calificativos para describir lo insoportables que son, especialmente cuando se ponen a dar la lata a sus respectivos maridos, el  profesor-narcotraficante Walter White 'Heisenberg' y el agente de la DEA Hank Schrader. Exceptuando quizá los dos o tres primeros capítulos, por ser magnánima, en el resto ambas son insufribles y no hacen más que complicarlo todo.



- Kim Bauer (24): otro personaje particularmente detestable es la hija del mítico Jack Bauer en la influyente 24. La tal Kim no para de encender fuegos. Va de secuestro en secuestro, de charco en charco. Su progenitor es un santo por tener que aguantar tanta tontería.





- Dana Brody (Homeland): precisamente, la exitosa Homeland, que cuenta con más de un paralelismo con 24, tiene en su reparto un personaje parecido al de Kim Bauer. La pesada en cuestión es la hija de Nicholas Brody. El sargento de los marines de los EEUU legó al mundo una niña realmente detestable. Es una pena que Dana no tuviera éxito en su intento de suicidio, porque así no habría dado tanto la brasa en la tercera temporada de una serie que ha bajado muchísimo en cuanto a calidad.





- El muñeco Bob e Ingrid (Soap; Enredo en España): en primer lugar, a ninguno de ambos personajes se les entiende bien todo lo que dicen, al uno por tener voz de pito y a la otra por forzar demasiado el acento sueco. En segundo lugar, en una serie tan divertida como ésta es curioso que ninguno de estos dos personajes hagan gracia y acaben por resultar aburridos y repelentes.




- Margaret Chenowith (A Dos Metros Bajo Tierra): cruel, tiránica y vanidosa, la madre de Brenda es la razón de los diversos traumas y trastornos psicológicos que padece su hija. Tampoco es precisamente la madre adecuada para su hijo bipolar Billy.




- Janice y Livia Soprano (Los Soprano): la hermana y la madre de Tony Soprano, respectivamente, son malas como la tiña y sólo le dan problemas a Tony, como si el hombre no tuviera suficiente con dirigir un imperio mafioso. La madre, bastante psicópata y cruel, nunca demuestra amor por su hijo, y la hermana sólo le llama cuando necesita algo (dinero, pedirle una paliza para alguien, deshacerse de un cadáver... Lo normal). Aunque hay que reconocer que Janice acaba siendo un personaje mítico y al final, cuando está mas centrada, acaba haciendo gracia.




- 'Stringer' Bell y el senador Clayton Davis (The Wire): Stringer es uno de los personajes más crueles de The Wire, y mira que los hay. Traiciona y mata a quien haga falta con tal de construirse un imperio. Para ello cuenta con la ayuda (no precisamente gratuita) del terriblemente corrupto Clayton Davis, un senador que carece de escrúpulos y acabará engañando al peligroso Stringer.




-  Kai Proctor (Banshee): el ricachón de la pequeña ciudad de Banshee está simplemente loquísimo. Aparentemente ha renunciado a su estilo de vida amish pero en realidad no puede dejar de pensar en ello, como se ve a lo largo de la serie. Es listo, sádico y muy violento incluso con mujeres, una mala combinación si se tiene en cuenta que también está muy en forma.




- Maria Lagüerta y, a ratos (muchos ratos, demasiados), Debra Morgan (Dexter): de Lagüerta resulta aborrecible su afán de protagonismo y su desmedida ambición por llegar a lo más alto, aunque sea pisando a un montón de gente. También que va detrás de Dexter, a veces sin pruebas, y los fans no queremos que nadie capture a este gran asesino en serie selectivo. Debra resulta cansina entre otras cosas porque está continuamente reclamando el amor y la atención de su hermano Dexter, aun sabiendo que él no es proclive a demostrar afecto, y también le da bastante la lata: impide que él pueda matar a todos los que quisiera, le consigue citas con chicas aunque él no quiera, después no le gusta que salga con Hanna... Muy pesadita. En la última temporada por fin comienza a ser soportable.




- Zoey (Cómo Conocí A Vuestra Madre): en 12 temporadas Ted ha tenido innumerables novias y rollos, pero ésta bate récords. Va de activista implicada, pero no es más que una pija, gracias a que se ha casado con un hombre rico lo menos 20 mayor que ella con el que no tiene nada en común y al que encima acaba poniendo los cuernos con Ted. A éste le utiliza, le miente, le chantajea e intenta hundir su carrera sólo para intentar que no mande derribar un edificio ruinoso que sin embargo a ella le gusta. Menudo ojo clínico el de Ted Mosby.




- Andrew y Danielle Van De Kamp (Mujeres Desesperadas): he aquí a otros dos niños pijos insoportables. Los hijos de Bree se creen con derecho a todo debido precisamente a que su madre les ha malcriado y consentido durante toda su vida. Él atropella a una anciana y se da a la fuga, haciendo que sus padres tengan que arreglarle el marrón para evitarle la cárcel; ella sufrirá un embarazo como adolescente y dejará que Bree se haga cargo del bebé para ir años después a reclamarlo de repente. Dos joyitas de hijos.




Joffrey Baratheon (Juego de Tronos): y si hablamos de adolescentes problemáticos no se puede pasar de alto al detestable Joffrey Baratheon. Este cruel rey de Juego de Tronos es tan repulsivo que da escalofríos.





- Benjamin Linus y Michael Dawson (Perdidos): lo que Ben Linus tenía de genio malvado y manipulador, Michael lo tenía de pesado y desquiciante. El uno se pasaba el tiempo pensando o llevando a cabo planes maléficos, sin ningún tipo de consideración por nadie, y el otro no paraba de fastidiar a su hijo o de llamarle a gritos por toda la isla ("Waaaaalt!"). 




- Betty Draper (Mad Men): qué lástima que la mujer más bella de esta serie y seguramente de todas las series habidas y por haber sea tan insoportable. Vanidosa, controladora, simpática sólo cuando quiere algo y celosa o golfa según le da, la mujer (luego ex) del gran Don Draper es muy probablemente el personaje más insufrible de Mad Men, donde tiene a su hija Sally traumatizada. Pero es tan espectacularmente guapa que siempre se las apaña para conseguir lo que quiere.




- E. B. Farnum (Deadwood): el dueño del único hotel de Deadwood es servicial, cobardica y de pocas luces, aunque siempre intenta aprovecharse de los demás, siempre que sean más débiles que él. Todo en él es desagradable, desde su cara y sus ropas coloridas hasta su hilillo de voz. Los verdaderos gobernantes del pueblo en la sombra le nombran alcalde sólo para manejarle mejor, y él tan contento.




- Maggie Jordan y Don Keefer (The Newsroom): The Newsroom no es una serie para todo el mundo,  principalmente por sus diálogos complejos y rápidos. Esto hace que muchos de sus personajes parezcan pedantes, entre otras cosas. En la pareja compuesta por Maggie y Don él es pedante, con cero carisma, y va de tipo serio pero a ratos intenta ser gracioso. Ella aturde a todos con su verborrea soporífera, aparte de que no para de estar siempre de los nervios y de hacer cosas absurdas: está con su novio un poco por estar, cuando le empieza a gustar el chico nuevo empareja a éste con su mejor amiga en vez de ir a por él, después monta un pollo porque el otro está con su amiga y no con ella, con lo que se queda sin novios y sin amiga... Modo quinceañero total.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

'La caza' o el peso de los prejuicios

La insoportable afición de los seres humanos por juzgar y condenar a otros de por vida, sin esperar a conocer de verdad los hechos e incluso obviando la sentencia dictada por un juez, puede verse en nuestro día a día y ha sido reflejada también en el cine. Se veía magistralmente en la genial En un lugar solitario (Nicholas Ray, 1950), en la cual Humphrey Bogart interpretaba a un hombre falsamente acusado del asesinato de una mujer. Todo el mundo empieza a desconfiar de él, incluso su novia, y aun cuando se demuestra que él no ha hecho nada ya es tarde: su reputación ha quedado ensuciada de por vida y nadie puede volver a mirarle igual.

Una historia similar es la que cuenta la danesa La Caza (Thomas Vinterberg, 2012), que además añade interesantes detalles para formar una película redonda, angustiosa y con una gran carga moral. En este caso el perseguido es Lucas, un profesor de parvulario muy apreciado en su comunidad por niños y padres. La hija de su mejor amigo, a la que da clase, se enamora de él y se inventa que ha visto a su profesor desnudo. Contribuyen a empeorar la situación la directora del colegio y la madre de la niña, que creen a la pequeña y engordan ellas mismas una acusación de abuso sexual sin más pruebas que un vago comentario de una niña de cinco años.



El espectador asiste al espantoso drama al que se enfrenta un hombre inocente a quien sus vecinos y amigos aíslan e incluso agreden de diferentes formas, aunque la policía lo declara inocente. El protagonista, interpretado por el brillante Mads Mikkelsen, sabe que no ha hecho nada malo, pero es tan buena persona que siempre pone la otra mejilla, y tiene tantos amigos que confía ciegamente en que todos ellos le apoyarán (se parece bastante a Jesucristo). Cuando ve que no es así se hunde y apenas sabe cómo salir de esa situación. Él, amante de la caza, se verá de pronto como una presa indefensa y acorralada. Una secuencia concreta de la película escenifica a la perfección esa sensación de que el que ha sido acusado de algo grave ya nunca tendrá descanso.

Un estigma inmerecido le puede a uno destrozar la vida más que la decisión de un juez, plantea La Caza de forma excelente. Una persona que es absuelta de una acusación muchas veces seguirá siendo vista como culpable por su entorno, incluso por las personas en quienes más confiaba. La cruel sociedad, incluso en la civilizada Dinamarca, emite un juicio paralelo y marca de por vida a un inocente, llegando a intentar tomarse la justicia por su mano.


NOTA: 8,5/10