lunes, 14 de mayo de 2012

Springsteen cuida de nosotros

Bruce Springsteen lo ha vuelto a hacer. Ha demostrado una vez más por qué es el Boss. Llegaba a Sevilla con un calor infernal, con sus 62 años muy bien llevados y con su último trabajo, Wrecking Ball, que sin ser de lo mejor que ha hecho sigue manteniendo un buen nivel. Se fue sudando a chorros (literalmente) pero con cara de satisfacción, aplaudido a rabiar por los asistentes, aclamado por las féminas igual que lo era hace 30 años y habiendo demostrado que el álbum que venía a presentar (y que tocó casi entero) suena muy bien en directo.

Una vez superada la enormísima cola de acceso al estadio de La Cartuja (la organización fue bastante caótica) pudimos observar que el escenario estaba poco después del centro del campo. Aun así, la pista no se llenó, como tampoco lo hicieron las butacas, pero había muchísima gente. Las entradas eran caras, y más para los tiempos que corren; pero Springsteen lo vale.

El Boss apareció con la E Street Band y dio comienzo al espectáculo con la alegre melodía de Badlands, que puso a saltar a todo el feliz público. Fue un gran inicio, al que siguieron We Take Care Of Our Own y Wrecking Ball, de su reciente álbum. Este disco, por su estilo, es más apropiado para escucharlo tranquilamente en casa. Sin embargo en directo sonó muy bien, gracias al propio Springsteen y a las coristas de impresionantes voces que le acompañaban. No estaba entre ellas Patti Scialfa, la mujer del Boss, que según afirmó este se había quedado en casa con los niños.





El de New Jersey nunca decepciona, pero aun así el concierto tuvo sus altibajos (he aquí el setlist). Tocó ocho de las once canciones de Wrecking Ball, demasiadas quizá, aunque el motivo de la gira fuese presentar ese disco. También cayeron cuatro de The Rising. Con la primera de ellas, My City Of Ruins, pronunció el primero de varios pequeños discursos en español que traía apuntados acerca del duro impacto de la crisis en España, con mención especial al sur del país. Se acordó de los que están perdiendo sus trabajos y sus casas y también del movimiento del 15-M. Springsteen es bien conocido por su compromiso social, y aunque sus intervenciones fueron bien recibidas entre el público hubo quien se quejó (al menos a mi alrededor) de que no se dedicara solo a tocar. A mí no me pareció mal que hablara y cómo lo hizo. Nos ofreció un conciertazo a los que tuvimos la suerte de permitirnos pagar una entrada para verle y a la vez se acordó de los que no pudieron acudir.

Otro bonito detalle fue cuando subió a tres niños en sendas canciones para cantar o bailar con él. Los chiquillos le miraban entre alucinados y encantados, como quien tiene a un dios delante. Una de las niñas, de unos diez años, incluso se sabía el estribillo de Waitin' On A Sunny Day. Para que luego digan que los niños de hoy no están bien educados...

El repertorio, decimos, pudo ser mejorable, respecto a que se echaron de menos unos cuantos de sus temazos, pero no estuvo mal: un concierto de Springsteen nunca baja del notable. Los momentazos fueron para Candy's Room y The Promised Land, pero por si nos habíamos quedado con ganas de más el Boss y su banda dejaron para la traca final de los bises varios de sus monumentos: I'm Going Down, en una magnífica versión rockera, Born To Run, Dancing In The Dark y Bobby Jean. Cerraron con Tenth Avenue Freeze-Out, cuya letra recuerda la llegada de Clarence Clemons a la banda, cuatro décadas atrás: "When the change was made uptown / and the Big Man joined the band". Tras esta frase se interrumpió la canción para proyectar imágenes del mítico saxofonista, fallecido hace ya casi un año (aquí el vídeo de ese momento de la actuación). Pero Clemons no solo estaba en el recuerdo de todos los presentes: su sobrino Jake es el encargado de tocar el saxofón durante esta gira, y demostró estar a un gran nivel. El joven, que estaba muy unido a su tío (aquí se puede leer lo que escribió poco después de su muerte), lleva una interesante carrera como músico.





Tres horas de concierto y casi 30 canciones, y supieron a poco. Springsteen es adictivo. En un mes volveremos a verle, esta vez en el Bernabéu. Otra feliz noche siendo testigos de la magia del Boss y su banda.


NOTA: 8/10

P.D. Aquí se puede ver un reportaje de Informe Semanal sobre Springsteen y su influencia en España. Absolutamente recomendable.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Noel Gallagher VS Beady Eye

Ya ha pasado tiempo de sobra desde la publicación de los respectivos álbumes de los hermanos Gallagher. A principios de 2011 apareció el Different Gear, Still Speeding de Beady Eye, la nueva banda de Liam, formada por los guitarristas y ex-Oasis Andy Bell y Gem Archer y por el batería Chris Sharrock, que también fue parte de Oasis durante los últimos tiempos del grupo.

Después, el pasado octubre, llegaría el debut del hermano mayor, Noel Gallagher's High Flying Birds. Los asiduos a YouTube pudimos comprobar al ver la lista de temas que se incluirían en el disco que casi la mitad de ellas ya llevaban tiempo en la página, ya que al parecer Noel las compuso estando aún en Oasis. Algunas de ellas estaban completas, pero en versiones diferentes a como han venido en el disco (Stop The Clocks y (I Wanna Live In A Dream) In My Record MachineEverybody's On The Run) y de otras sólo había fragmentos (If I Had A Gun). 

Tras intentar superar (sin conseguirlo) la ruptura de una gran banda como Oasis, la pregunta que nos surge a los fans es: ¿qué disco de los dos es mejor? Vayamos por partes:

- El primer single: The Death Of You And Me de Noel no era algo espectacular, pero estaba bien, se dejaba escuchar; se parecía un poco a The Importance Of Being Idle de Oasis, y la letra es interesante: en la línea de Noel, habla de ansias de libertad, del rápido paso del tiempo y de aprovechar éste al máximo.



Sin embargo Bring The Light de Beady Eye no entraba a la primera escucha, por lo menos a mí. La melodía era tipo sesentera, con demasiado piano y poca guitarra; el ritmo era completamente repetitivo y la letra bastante pobre : no parecía haber sido escrita por gente de no menos de 40 años y sobrada experiencia en la música, a juzgar por las frases como "I'm going out,  I'm takin' you drinkin' / I'm coming in, you're coming out / I'm coming up, you're coming down". Por no mencionar que Liam repite "baby, come on" unas 500 veces. Aunque al menos lo hace con buena voz.







- Los temazos: en Noel Gallagher's High Flying Birds destaca clarísimamente AKA... What a Life!, discotequera, bailable, una inyección de energía. No es muy del estilo de lo que suele componer Noel (salvo quizá The Shock of the Lightning, que tampoco desentonaría en una discoteca), pero así se demuestra que el mayor de los Gallagher es capaz de renovarse sin perder calidad en el intento.




Por su parte, lo mejor del álbum del hermano menor es The Roller, una canción sencilla pero efectiva, bonita, pegadiza, muy beatle. Incluso la estética del videoclip es muy beatle, y también el pelo (o más bien casco) de Liam.



- En resumen: Noel ha hecho un disco bastante bueno, y aun así seguramente podría haberlo hecho mejor: se ve que la musa no le ha abandonado. Habrá que ver qué nos depara su siguiente trabajo, que ya está preparando.

El disco de Beady Eye parece por momentos un álbum algo flojo de Oasis: le falta más elaboración, pero sigue siendo aceptable y con varios temas destacables, aunque el mejor de ellos no llega a superar a ninguno de los de Noel.

- NOTAS: Noel Gallagher: 7,5/10
                 Beady Eye: 6/10


P.D. He aquí otros dos buenos temas de los respectivos últimos trabajos de los hermanos Gallagher:

                                             (Noel Gallagher's High Flying Birds - Dream On)


                                                    (Beady Eye - The Morning Son)