domingo, 24 de marzo de 2013

Esta no es sólo otra historia de amor

En Un asunto real (A Royal Affair) el adjetivo "real" alude a que lo que se cuenta tuvo que ver con la monarquía, en este caso la danesa. Pero también se puede referir (según la traducción española) a que la historia ocurrió verdaderamente, ya que así fue. La situación narrada, muy trágica aunque con un final esperanzador, crece en dramatismo cuando uno sabe que los hechos sucedieron como se cuentan en el filme.

La película se sitúa en la Dinamarca de la mitad final del siglo XVIII, en plena Ilustración, si bien en el país, dominado por la Iglesia y el feudalismo, las nuevas ideas no eran bien acogidas. La jovencísima Carolina (Alicia Vikander), perteneciente a la familia real británica, es enviada a Dinamarca para casarse con Christian VII (), el rey danés. No tardará en aborrecerle tras descubrir que no está mentalmente muy equilibrado, y se verá aliviada cuando su marido le anuncia que se va de viaje por Europa durante dos años.



En ese tiempo conoce al médico alemán Johann Friedrich Struensee (Mads Mikkelsen), quien logra ganarse el favor del rey y se instala en la corte. Tanto Johann como la reina Carolina son ilustrados, con ideas adelantadas a su tiempo, y esos intereses comunes hacen que pronto surja el amor entre ellos. Aprovechando la influencia que ejerce sobre el rey, quien hasta entonces era un mero títere del Consejo de Estado, el médico convencerá a Christian para que haga que se promulguen leyes liberales, como el fin de la explotación del campesinado por parte de los terratenientes y la libertad de prensa. Cuando los nobles, la Iglesia y el Consejo se dan cuenta de lo que está sucediendo comenzarán a conspirar contra los reyes y sobre todo contra su médico, aprovechándose de las recientemente aprobadas libertades y ayudados por la reina madre, quien quiere instaurar en el trono a su propio hijo, el hermanastro de Christian.

Es extraordinario y lamentable ver cómo una historia de hace casi tres siglos guarda tantas similitudes con el presente, ya que incluso hoy, en el siglo XXI, cuando surgen ideas nuevas que puedan contribuir a la mejora social pero perjudiquen a los ricos y poderosos, estos mismos se encargarán por todos los medios de mantener las cosas tal como están y de destruir a esos "peligrosos" ideólogos. También se ve lo fácil que es para estos grupos privilegiados utilizar a los ciudadanos mintiéndoles o distorsionando la realidad para soliviantarles y así lograr sus intereses.

Un asunto real es, por tanto, un buen ejercicio sobre cómo relatar con ritmo una historia verídica y muy interesante: cómo una reina y su médico-amante, guiados por el amor hacia ellos y hacia Dinamarca (y eso que ninguno de los dos era danés), pusieron los pilares de un país libre, moderno, justo y próspero. Los daneses deben de estarles bastante agradecidos. A mí todo esto me da bastante envidia...

NOTA: 8/10

jueves, 14 de marzo de 2013

La bella e inesperada historia de 'Sugar Man'

Uno de los grandes aciertos de los premios Oscar de este año fue el documental Buscando a Sugar Man, que narra la fabulosa historia de Sixto Rodriguez. (Aviso: esta crítica contiene spoilers). Éste era un cantautor extraordinario de Detroit, con una voz aterciopelada y envolvente, melodías sencillas pero bellas y unas letras cercanas pero llenas de profundos matices, que podían recordar a las de Bob Dylan y a las de Nick Drake, pero que para algunos iban incluso más allá. Pura maravilla para los oídos.



Rodriguez publicó un par de sencillos y otros tantos discos en Estados Unidos en los años setenta, y también ofreció actuaciones en pequeños locales. Los álbumes tuvieron buenas críticas pero pasaron muy inadvertidos en cuanto a ventas, y al final Rodriguez se resignó y volvió a su habitual trabajo en la construcción. Sin embargo nuestro hombre no sabía que se había convertido en una auténtica estrella en un país bastante lejano del suyo: Sudáfrica, donde según calculan desde una de las discográficas que editó sus álbumes allí vendió cerca de un millón de discos.

Allí, a finales de los años noventa, dos de sus más acérrimos fans se conocen mientras buscan información sobre Rodriguez, del que no se sabe absolutamente nada en el país pero sobre el cual circulan varias leyendas urbanas en las que se afirma que murió de muy distintas formas. Su arduo trabajo se verá recompensado cuando la hija del propio cantautor descubre que buscan a su padre y entra en contacto con los que le buscan.



La historia es realmente emocionante: ver cómo los dos fans descubren que su ídolo está vivo y hablan con él; cómo éste sigue viviendo en Detroit, ignorando su éxito transatlántico y llevando una vida humilde y trabajadora con la que está feliz; y cómo accede a ir a Sudáfrica, donde se encuentra con un gran recibimiento y con que ha agotado las entradas para seis actuaciones. Es todo casi inverosímil de tan maravilloso, pero las imágenes no mienten: las cámaras de los espectadores y de la televisión sudafricana fueron testigos de cómo un artista olvidado en su país fue capaz de llenar un enorme pabellón seis noches casi seguidas en la otra punta del mundo. Por cierto, aunque en el documental no aparece, al parecer en Australia Rodriguez tuvo también bastante éxito y actuó unas cuantas veces en el país. Nadie es profeta en su tierra, dicen.


El documental es perfecto porque la historia que cuenta es buenísima, porque sabe contarla manteniendo bien el orden, porque la fotografía y el montaje son magníficos y porque su banda sonora (compuesta por las canciones del propio Rodriguez) es fantástica. Buscando a Sugar Man logra varias cosas: dar a conocer la gran historia de un gran artista, descubrirnos que es también un hombre buenísimo, humilde, generoso y con los pies bien en la tierra e incluso comprometido con la política (llegó a presentarse como concejal en su ciudad), y poner los discos de éste en lo más alto de las listas de ventas de varios países. Incluso en España, donde cada vez se venden menos discos, los dos álbumes de Rodriguez figuran a día de hoy en los primeros puestos de ventas de Amazon.es.

Si a alguien le apetece verle en directo tiene varias oportunidades: Rodriguez actuará en el festival Primavera Sound de Barcelona, en mayo, y en el Optimus Primaver Sound de Oporto, en mayo y junio.

NOTA: 9,5/10