miércoles, 13 de agosto de 2014

'Begin Again': otra maravilla de John Carney

En estos tiempos donde cada vez escasea más la buena música y el buen cine, ejemplos como Begin Again demuestran que ambas cosas siguen siendo posibles. Y no solo eso: la película es mucho más que eso. El compendio de los diversos factores que la componen resultan en un filme maravilloso, original (sobre todo cuando menos te lo esperas) y, principalmente, lleno de puro amor por la música. Se agradece infinitamente (al director y guionista, John Carney) que no sea otra película más del tipo: "una cantautora joven, mona y con talento atrae la atención del (ex) dueño de una discográfica y al final surge algo entre ellos".

La peli va aparentemente de eso, sí. Pero hay más. En concreto, hay determinados momentos que logran constituir el engranaje perfecto que es Begin Again. Por ejemplo, el doble flashback del principio es un recurso ideal que logra dibujar perfectamente a cada personaje, en concreto lo que han tenido, lo que han perdido y cómo cada uno lleva como puede su situación. Poco después la secuencia en la que Dan (Mark Ruffalo) imagina cómo mejorar con arreglos la canción que está tocando Gretta (Keira Knightley) es sencillamente sublime. Y los minutos en que ambos caminan por todo Nueva York escuchando música a través dos auriculares conectados al mismo móvil es pura maravilla, la cita soñada por cualquier melómano de verdad. "Viendo la playlist en el móvil de una persona se sabe cómo es esa persona", sentencia con total acierto el personaje de Mark Ruffalo.



Otro hecho por el que dar gracias a John Carney es la labor que ha hecho con los actores, de los que ha logrado sacar lo mejor. Mark Ruffalo ya desde hace tiempo se ha destacado como un buen intérprete, cada vez mejor e incluso con más encanto según ha ido madurando, y en general su filmografía tiene más títulos buenos que malos (no os perdáis su reciente TV movie para HBO, The Normal Heart, estupenda pero muy cruda). Con Keira Knightley sucede un poco lo contrario: ha trabajado en unas cuantas películas más que aceptables, pero ninguna ha sido memorable, y se la recuerda especialmente por títulos de dudosa calidad, pese a que algunos hayan arrasado en taquilla. Sin embargo no es para nada mala actriz, e incluso aquí demuestra que como cantante se defiende, aunque su registro vocal sea limitado.

Los personajes secundarios dan aún más juego a la película, entre ellos la hija de Dan, Hailee Steinfeld, una joven actriz con mucho potencial; la ex de Dan, la veterana Catherine Keener; el entrañable y salvador amigo  de Gretta, James Corden; el exsocio de Dan, el rapero Mos Def, y otro cantante, también entrañable a más no poder, CeeLo Green, que interpreta a un exitoso e influyente rapero que ayuda incondicionalmente a ambos protagonistas. Además debuta en un largometraje Adam Levine, cantante del grupo Maroon 5, que si bien no se muestra como un actor excepcional tampoco lo hace mal. Como vocalista, eso sí, alguien debería suplicarle para que deje de abusar  de ese estridente falsete que le sale tan a menudo.

La banda sonora es la columna vertebral del filme. La mayoría de las canciones las interpreta Keira Knightley, pero también hay varias de Adam Levine. Todos los temas son bonitos e intimistas sin caer en lo pasteloso, algo que muchos valoramos muy positivamente. Hasta la forma de grabar las canciones (en plena calle, en una azotea, en un parque, en un callejón con niños haciendo los coros...) es simplemente preciosa. Es un amor totalmente genuino por la música.

Solo cabe, como ya decíamos, agradecer infinitamente a John Carney por haber filmado otro título maravilloso. Ya lo hizo con la excelsa Once hace pocos años (también fue su director y guionista) y ahora lo ha vuelto a lograr. En cada segundo de la película se ve que todo lo ha planeado exhaustivamente y con mucho mimo, y ante todo que ama de verdad la música, la buena música. Solo un verdadero melómano puede hacer una obra así. Ojalá hubiera más John Carneys en el mundo.


NOTA: 8,5/10