lunes, 23 de diciembre de 2013

Cruda pero efectiva: '12 años de esclavitud'

Nunca le he dado demasiado importancia a los Oscar, pero aun así siguen siendo los premios más importantes del cine estadounidense y por ello ganar uno es cuanto menos un logro. En su próxima edición 12 años de esclavitud lo tiene todo para arrasar en prácticamente todas las categorías. 

Steve McQueen ha llevado a la pantalla la historia real de Solomon Northup, un violinista negro que vivía cómodamente como un hombre libre, fue secuestrado y vendido como esclavo en el Sur de Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Pasó 12 años dramáticos en diversas plantaciones, padeciendo en sus carnes todo tipo de tormentos u observándolos sobre sus compañeros, hasta que finalmente un carpintero blanco anti-esclavista (canadiense para más señas) con el que trabajaba accedió a ponerse en contacto con sus amigos y familia para que fueran a liberarle. Tras volver a su hogar se dedicó a ayudar a muchos esclavos a escapar de sus amos y también dejó constancia de sus vivencias en un libro, sobre el cual se ha basado el guión.


La historia, como todos los grandes dramas, es simplemente buenísima. No es la primera vez que se habla de la esclavitud de los negros en el cine, pero la diferencia es que esta vez se hace durante 135 minutos y de forma descarnada, sin dejar nada a la imaginación, aunque asuste o repugne lo que se ve en la pantalla. A Steve McQueen parece gustarle la crudeza en sus películas. Ya se vio en su anterior trabajo, Shame, en el que no dudó en expresar sin tapujos cómo vive un adicto al sexo, entre lo cual se encontraba mostrar un desnudo integral masculino, algo poco habitual en el cine.

Pero no se puede comparar Shame con este filme. Mientras que la primera era a veces demasiado lenta, con planos fijos eternos que realmente no aportaban gran cosa (si acaso exasperación), 12 años de esclavitud tiene un ritmo fluido, y aun siendo una película larga no aburre en ningún momento, manteniendo siempre la angustia y la piedad que el espectador siente sobre el protagonista. Se relatan perfectamente las etapas por las que va pasando el desdichado Solomon, todas ellas relevantes: vida feliz, engaño, secuestro, esclavitud y liberación.

Todo resulta redondo: el vestuario, la luz, los escenarios y, por supuesto, la extraordinaria actuación del protagonista, Chiwetel Ejiofor, por quien apostaría ciegamente por el Oscar si no hubiese visto claro que se lo va a llevar (se lo tiene que llevar) Tom Hanks por su papelón en la también magnífica Captain Phillips


Volviendo a 12 años de esclavitud, el resto del reparto es bastante impresionante, desde cualquiera de los esclavos hasta sus amos. Se muestran muchas caras conocidas, incluyendo las breves apariciones de Brad Pitt y de un casi irreconocible Paul Giamatti, pero entre ellas destacan sin duda Paul Dano y Michael Fassbender. Dano ha interpretado a bastantes tipos raros, excéntricos o hasta locos (Little Miss Sunshine, Ruby Sparks, Prisoners...), incluyendo su papel aquí como el cruel capataz de un esclavista, pero es que tiene una cara propicia para este tipo de roles, le guste o no; y sobre todo es muy buen actor. 

Lo de Fassbender con McQueen parece ser adoración mutua, porque ya han trabajado juntos en los tres largometrajes realizados por el director (los otros dos son Hunger y la citada Shame), y por lo que se ha visto ambos forman un buen equipo. Cualquiera que siga la carrera de Fassbender sabe que es uno de los mejores actores de la última década, además de muy versátil, y también se merece una buena pila de premios por caracterizar a un rabioso terrateniente esclavista. Por su parte, McQueen es un director interesante, que sabe escoger temas llamativos y controvertidos y ha ido evolucionando en su capacidad para desarrollarlos.

Los motivos para ver 12 años de esclavitud son por tanto innumerables. Aunque el espectador tenga que taparse los ojos en ciertas escenas especialmente duras, merece la pena ser testigo de esta pulida reproducción de un período tan espantoso de la historia norteamericana.


NOTA: 8,5/10


2 comentarios:

  1. Hola Vir!!
    Tu crítica de esta película me ha hecho ir al cine a verla... y me ha encantado, así que...¡gracias!

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    1. ¡Me alegro mucho, Bea! Es durilla de ver pero muy buena: merece la pena.

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