Se agradece la vuelta de The Jayhawks a los escenarios, sobre todo a los de España. Y se agradece aún más que hayan venido con Mark Olson, después de 16 años fuera del grupo. Nunca sobran grupos como ellos. Y aunque quizá no hayan llegado al nivel de Wilco, siguen teniendo mucho que ofrecer.
(Imagen de Mark Olson tomada desde un iPhone: disculpen la mala calidad)
The Jayhawks abrieron con la estupenda Wichita, para calentar bien los motores. Fueron subiendo el nivel y no tardaríamos en llegar el delirio con los temazos absolutos como Blue, I'd Run Away, Miss William's Guitar, Take Me With You (When You Go), Settled Down Like Rain... Fue una buena selección, pero podía haber sido mejor si hubieran tocado temas de otros álbumes, aparte de Hollywood Town Hall y Tomorrow The Green Grass, además de varios del próximo disco, Mockingbird Time, que sonaban bastante bien.
Así, faltaron Save It For A Rainy Day, Smile y muchas otras. Smile, por cierto, era el nombre de los teloneros, producto nacional, que ofrecieron una actuación correcta y agradable.
El sonido no fue gran cosa durante todo el concierto, pero la banda hizo un buen trabajo y no se notaron demasiado las deficiencias técnicas. Gary Louris canta tan bien como siempre (aunque se le oía poco: otro fallo técnico), y Mark Olson puede que haya perdido un poquito de voz, pero nada grave. El momento más sorprendente de la actuación fue uno de los temas del final, bastante cañero, y más para ellos. Pudo desentonar un poco, pero no quedó mal, y fue divertido ver a Olson desgañitándose y retorciéndose ante el micro, totalmente despeinado.
NOTA: 8.5/10
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