viernes, 19 de agosto de 2011

Una de fantasmas: 'Otra vuelta de tuerca'

Si bien ahora el género de terror es bastante más explícito o refinado o como se quiera llamar, no por haber sido escrito hace más de un siglo este libro se queda atrás. En Otra vuelta de tuerca, nos encontraremos con siniestros y vengativos fantasmas, en concreto con dos, que algo de miedo sí que dan, aunque como decimos, comparando esta historia con las de tipo The Ring, El resplandor y similares quizá esta no sea para tanto.



El asunto es el siguiente: una joven es contratada por un hombre como institutriz de sus dos sobrinos pequeños en una mansión algo aislada del mundo, en pleno campo. La mujer, cuyo nombre nunca se dice, acepta el trabajo, aunque su nuevo patrón pone la condición fundamental de que ella debe arreglárselas por sí sola, y bajo ningún concepto debe informarle a él de cualquier problema que pueda surgir.

Un encargo un tanto extraño, pero aun así ella, que es muy inocente por haber pasado toda su corta vida en el campo, acepta. Además ha quedado encandilada por el tío de sus nuevos pupilos, y eso es lo que le da fuerzas para cumplir el encargo cueste lo que cueste, como si fuera a conquistarle sólo por cuidar bien de sus sobrinos. La tarea parece fácil al principio, pues los niños son encantadores, preciosos y estudiosos, pero pronto la protagonista advertirá la presencia de dos fantasmas que sólo ella puede ver y que acechan a los pequeños. Tendrá entonces que protegerles sin la ayuda de nadie, y no será fácil.

Pero ¿están realmente los fantasmas están allí y pretenden dañar o poseer a los niños¿ ¿Es todo fruto de la imaginación de la institutriz, que está loca y se ha vuelto muy posesiva con los niños? ¿O es incluso una metáfora de lo (sexualmente) reprimida que está? Cada uno que saque sus conclusiones.

La obra es interesante de leer y realmente parece escrita por una mujer con las características de la protagonista (ingenua, con poco mundo visto...); aunque precisamente a veces el lenguaje y las expresiones que usan cansan un poco. Los fantasmas asustan, aunque eso siempre depende de cada persona. La verdad es que tanto ellos como el escenario entero recuerdan a la película Los Otros. Quizá Amenábar se inspiró en Henry James para hacer su película...

NOTA: 9/10

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